educación
Ayudar a nuestros hijos a elegir la modalidad de Bachillerato
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Cuando nuestros hijos están a punto de alcanzar su última etapa escolar, es normal que les asalten multitud de dudas ante las decisiones que tienen que tomar. Es importante que los padres seamos un punto de apoyo y acompañamiento en este proceso.
Entre enero y mayo seguramente se produzca la época de mayor estrés e incertidumbre para muchos estudiantes de 4º de ESO. Durante estos meses, aparte de enfrentarse a varias semanas de evaluación, también tendrán que tomar una importante decisión sobre su futuro académico: la modalidad de Bachillerato que cursarán.
Tipos de Bachillerato:
cuántos existen, en qué consisten y qué salidas ofrecen
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La elección entre cada una de ellas dependerá de los estudios superiores que vayan a realizar (Formación Profesional o Grado Universitario) y de la rama a la que correspondan. Por ejemplo, un alumno que quiera hacer enfermería deberá optar por la modalidad de Bachillerato de Ciencia y Tecnología. En cambio, quien desee formarse en Magisterio, por poner el caso, se inclinaría por el Bachillerato de Ciencias Sociales. Por supuesto, para seguir trabajando los idiomas y profundizar en materias específicas de otros sistemas educativos, se puede optar por alternativas complementarias como el Bachillerato Internacional (IB) o el Bachillerato Dual Americano. Se trata, por tanto, de un momento relevante para muchos alumnos. Y sus familias, amistades y profesorado están también muy presentes en él. Porque para tomar esta decisión suelen apoyarse y buscar ayuda en su entorno más cercano.
Sin embargo, lo que quizá hace que esta coyuntura sea más estresante es que coincide con una fase álgida en su proceso evolutivo. Tienen que pensar qué estudiar en plena adolescencia, justo cuando se está desarrollando la personalidad. Y a la vez sienten una fuerte presión social. Unas circunstancias que parecen de lo más inoportunas.
Por otro lado, también influye el mensaje que reciben del exterior. En muchas ocasiones las personas más cercanas, e incluso el propio sistema educativo, inducen un nivel elevado de estrés. Y es porque se plantea de tal forma que parece que esta elección determinará su futuro profesional. Cuando en verdad no es la más importante de sus vidas. Y tampoco es cierto que no tenga vuelta atrás.
Guía para orientar desde casa
Acompaña a tus hijos en esta decisión, pero sin presionar ni condicionar | Fuente: Canva
1. Acompaña sin decidir por él
La premisa durante este proceso consiste en estar al lado de tu hijo y no escoger por él la modalidad de Bachillerato que crees que necesita. Es respetar y aceptar que esta decisión es únicamente suya. Acompañar significa mostrar apoyo, escuchar, dar tu opinión solo cuando se haya solicitado, aceptar que existen distintos puntos de vista y preguntar antes de juzgar. Esta definición se completará a lo largo de los siguientes puntos.
Conoce sus miedos e inquietudes | Fuente: Canva
2. Practica una escucha sincera
Para llevar a cabo la escucha activa y sincera emplea preguntas y muestra un interés genuino por conocer su opinión, sus miedos y sus inquietudes. Se trata, por tanto, de sentir una verdadera curiosidad, de cambiar la forma automática en la que los adultos suelen dirigirse al adolescente y de entender que en este proceso él tiene que llevar la voz cantante.
Muchos padres se sienten responsables del éxito o fracaso personal de sus hijos | Fuente: Canva
3. Mantén a raya tus miedos y prejuicios
Como se ha comentado anteriormente, este proceso se vive de forma muy intensa en muchos hogares. La razón principal, tal y como reconocen muchos padres, es que se sienten responsables del éxito o fracaso profesional de sus hijos. Piensan que si se equivocan en la elección de los estudios supondrá que habrán fallado en su labor como progenitores.
Esta idea genera tal estrés que hace que a menudo los padres elijan por ellos la modalidad de Bachillerato que creen que más les conviene. Para complicar todo un poco más, convergen circunstancias sociales y económicas peculiares, y están surgiendo nuevas profesiones que muchos desconocen.
Interésate por conocer las inquietudes de tu hijo | Fuente: Canva
4. Muestra curiosidad
En relación con el punto anterior, conviene abrir miras y mostrar curiosidad por los intereses y gustos de los hijos. Esto supone preguntar, aceptar y estar preparado para su respuesta. Lo cierto es que practicar esta habilidad favorece una mayor comunicación familiar .Se posibilitará así que ellos se muestren más abiertos a transmitir sus preferencias, impresiones y miedos. Y también a que cuenten con el apoyo del adulto.
Hay nuevas profesiones que se han convertido en indispensables | Fuente: Canva
5. Respeta sus intereses
Estamos en una época de cambio social y cultural. Desde hace unos años están surgiendo nuevas profesiones y se están renovando formaciones ya existentes. Es posible que en medio de este tránsito muchos estudiantes quieran prepararse para ejercer en un ámbito que aún es desconocido para su familia. En ese caso, si tu hijo te pregunta qué Bachillerato hacer para ser, por ejemplo, Community Manager o diseñador de videojuegos, antes de echarte las manos a la cabeza, infórmate de qué salidas profesionales tiene esa formación.
No hay que dejar de lado los gustos y cualidades del estudiante | Fuente: Canva
6. Ten en cuenta sus cualidades y habilidades
Otra de las costumbres extendidas a la hora de tomar esta decisión es orientar al alumno hacia una modalidad de Bachillerato u otra en función del expediente académico. Se suele pensar que si habitualmente saca sobresalientes y notables en Biología y Matemáticas es mejor que vaya por Ciencias. Pero este planteamiento le limita y, además, no tiene en cuenta sus gustos ni el resto de habilidades.
Para no caer en esta tendencia, se puede recurrir a los cuestionarios que pasan los centros educativos, que sopesan los intereses del alumnado. Aunque también existe la posibilidad acudir a un gabinete de psicología que ofrezca un servicio de orientación profesional. Será una ayuda porque, aparte de considerar las inclinaciones del estudiante en este aspecto, valorarán sus habilidades y su personalidad.
Es importante que investiguen sobre las profesiones del futuro | Fuente: Canva
7. Anímale a informarse
La adolescencia también se caracteriza por ser una época de indecisión y dudas. Por eso es bueno animar a los hijos a que busquen ellos mismos información. Que averigüen cuáles serán las profesiones del futuro. Que acudan al orientador o al jefe de estudios y hagan llamadas. Esta implicación personal fomenta la habilidad de buscar soluciones y tomar decisiones, tan necesaria en la etapa adulta.
Cuida su espacio y respeta sus procesos | Fuente: Canva
8. Respeta su propio tiempo y proceso
Muchos llegan a este curso sin saber qué quieren hacer con su vida el día de mañana. Resulta que es algo que ni siquiera se han planteado y lo ven muy lejano. Hay quienes dicen que escoger un camino académico en este momento tiene que ver con un proceso de madurez.
Si tu hijo no sabe qué hacer y parece que ahora mismo ni siquiera le importa, respeta su tiempo. Puede ser que no se haya parado a pensar hasta ahora qué modalidad de Bachillerato quiere. En ese caso, será difícil que logre una respuesta en menos de quince días.
Entiéndele. Recuerda cómo te sentías tú y qué pensabas cuando fuiste adolescente y tuviste que tomar una decisión similar. Acéptalo y navega a su ritmo. Guíale en la búsqueda de información y deja que él lleve las riendas.
Nerea Bergara Domínguez
Psicóloga
Centro Psicología Bilbao
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