HÁBITOS SALUDABLES
Juegos para involucrar a los niños en la cocina
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Que tus hijos colaboren en casa no es una tarea sencilla. Pero conseguir que participen en la elaboración de las comidas es distinto. La imaginación es un poderoso gancho, y hay muchos juegos para involucrar a los niños en la cocina. Además, cuando vean lo que son capaces de hacer, tus pequeños chefs se sentirán muy orgullosos.

Sacar los juguetes y repartirlos por la habitación resulta divertido. Pero, ¿qué ocurre cuando hay que devolverlos a su lugar? Ese es otro cantar. Y qué decir de doblar y ordenar la ropa en los cajones. Una vez que lo consigues descubres que las camisetas son un mapa de arrugas.
Sin duda, emplearse con cazos, cuencos, varillas y otros utensilios les resultará más interesante. Puedes potenciar ese entusiasmo añadiendo algunos elementos lúdicos y mucha imaginación, así conseguirás que vean la tarea de hacer la comida como algo divertido. Además, con un poco de habilidad, podrás animarlos a que empleen ingredientes saludables e irás enseñándoles cosas sobre sus necesidades nutricionales y a alimentarse de un modo más sano.
Para allanarte un poco el camino te proponemos una serie de juegos para implicar a los niños en la cocina que les van a encantar. Para ellos serán toda una tentación. Y pasaréis un rato entretenido en familia.
Comida creativaComida creativa
Fuente: Flickr - Canva
Comida creativa
Olvida las tardes de manualidades y pinturas de colores y deja que hagan actividades creativas con comida. Para empezar, prepara una buena torre de tortitas; serán la base sobre la que empezar a trabajar. Cada participante usará una o varias tortitas y podrán hacer con ellas formas de letras, animales o personajes de dibujos. Para ello, tienen varios recursos: cortapastas distintos, frutas troceadas u otros alimentos que tengas en la despensa. Ganará no solo la creación más original, sino la más saludable. Este es uno de los juegos para involucrar a los niños en la cocina que pueden adaptarse a casi cualquier preparación. Es decir, no tienes que limitarte a aplicarlo a unas tortitas. Con un poco de fantasía, una ensalada, un puré, unas albóndigas, unas verduras, unos huevos o cualquier otra receta son susceptibles de transformarse en casi cualquier cosa. Mira estos ejemplos de platos con los que podréis viajar a la prehistoria o estas recetas en forma de piruleta.
Fuente: Canva
Pon a prueba su gusto
Es importante que aprendan a comer de todo desde que son pequeños. Eso sí, poco a poco. Muchas veces las opiniones de otros, incluidos los adultos, o el aspecto de los alimentos les condicionan. Este es uno de los juegos que te ayudarán a implicar a tus hijos en la elaboración de los platos y, de paso, pondrás a prueba su sentido del gusto y ampliarás sus opciones.
Corta varios alimentos en trozos no muy grandes; por ejemplo, frutas, hortalizas, quesos y embutidos. Adjudica un número a cada uno. Los niños tendrán que probarlos y adivinar de qué se trata. Gana quien haya acertado más veces con el producto correcto.
Si quieres, añade un aliciente más a esta actividad. Consiste en que, de los alimentos que han adivinado, puedan incorporar sus favoritos a un plato de pasta, una pizza, una ensalada o un postre.
Fuente: Canva
Sigue los ingredientes
Esta propuesta les ayudará a desarrollar su memoria y podrán hacer sus propios platos. Cualquier receta vale. La pizza casera, por ejemplo, es una buena base para hacer esta idea en familia. Cada niño tiene un turno. El primero comienza con el ingrediente principal de la masa, la harina. El segundo tiene que repetir el primer ingrediente y añadir otro más, como el agua. Así hasta tener la masa completa. Llegados a este punto, deja que sigan sumando alimentos para colocar sobre la pizza. El que olvide alguno de los anteriores, perderá y tendrá que abandonar la competición. Gana quien mejor memoria tenga. El premio es hacer el relleno de la pizza a su elección
Fuente: Freepik
Trabajo por relevos
Vamos con otro de los juegos para involucrar a los niños en la cocina que les servirán para desarrollar su capacidad de trabajar en equipo. Además, aprenderán a adaptarse a las nuevas situaciones y a disfrutar innovando con las recetas. La idea es preparar un plato por relevos. Puedes hacerlo sabiendo de antemano lo que vais a elaborar o dejando volar la imaginación de cada uno.
Elige los alimentos que tendrán que usar. Haz que uno de los participantes empiece a preparar el plato. A los 10 minutos da el relevo a otra persona. Así hasta terminar la receta. Si quieres que sea más divertido, ve dando indicaciones con mímica para que hagan las tareas que les vayas encargando.
Fuente: Freepik - Canva
Juego cooperativo
Estos juegos para involucrar a los niños en la cocina están pensados para hacerlos por parejas. Y en ellos la clave es la comunicación y la cooperación. Se trata de un espacio para que hagan trabajo conjunto y fomenten el diálogo y el acuerdo. Busca una receta fácil que ellos puedan hacer sin ayuda. Emparéjalos de dos en dos y une una de las manos de cada integrante de la pareja con una cinta o un elástico. El objetivo es ejecutar bien la receta y en el menor tiempo posible sin que se separen. Para trabajar, cada integrante solo podrá usar una mano, la que le queda libre. Otra versión de esta actividad es unirlos por los pies. De este modo tendrán que coordinar todos sus movimientos. Para cualquiera de estas propuestas hay dos posibilidades, hacer parejas de niños o combinar un menor y un adulto.
Fuente: Canva
Concurso de cocina fácil
Una de las tareas más sencillas que pueden hacer los niños son los zumos. Dales la oportunidad de que usen el exprimidor o la licuadora para hacer un increíble smoothie natural. Además de preparar sus propias recetas, se aficionarán a tomar frutas y verduras. Deja que experimenten con los sabores y que decidan qué alimentos combinan con otros.
Fuente: Canva
Espaguetis a la carrera
Esta actividad es perfecta para que se aficionen a colaborar en la cocina, mejoren la psicomotricidad fina y repasen los números. Preparad unos espaguetis cocidos. Escurridlos y esperad a que se enfríen un poco. Dale a cada niño un cuenco o un plato y unos palillos chinos. Tendrán que repartir un número igual de espaguetis en cada tazón cogiéndolos de uno en uno con los palillos.
Les encantará demostrar su destreza y ver que no se equivocan cuando cuentan. Además, les mantendrá entretenidos mientras tú terminas la salsa que acompañe a la pasta.
Fuente: Canva
Cocina encadenada
Juega a las palabras encadenadas, pero con alimentos y elementos que tengas en la cocina. Es un buen entretenimiento mientras preparáis juntos la comida o la cena. Empieza un adulto nombrando un alimento o un objeto. El siguiente participante tendrá que decir otro que empiece por la misma sílaba por la que termina el anterior. Por ejemplo, si el primero dice ‘tomate’, el próximo tendrá que dar un nombre que empiece por ‘te’ (té, tenedor, tetera, ternera…).
Fuente: Canva
Carrera de guisantes
A los niños les encantan las competiciones. Por eso te traemos un reto para saber quién es el más rápido de tu casa desgranando habas o guisantes frescos. Compra unas vainas de alguna de estas dos hortalizas y dale a cada uno un tazón para que vayan dejándolas. Pon en marcha el cronómetro y deja que sus manos hagan el resto. Es importante decirles que no vale recoger aquellos guisantes que hayan caído al suelo, lo que seguro sucederá. De este modo, fomentarás su concentración y, de paso, les inculcarás medidas de higiene que deben aprender desde corta edad. Este juego te vale también para que te echen una mano a la hora de deshojar un manojo de perejil, albahaca, hierbabuena o cualquier otra hierba aromática.
Fuente: Canva
El peso exacto
¿A tus hijos les gusta la báscula de cocina? Seguro que sí. Aprovéchalo para hacer más actividades divertidas para animar a los niños a que se impliquen en la elaboración de las comidas.
Imagina que tienes que hacer una receta de repostería; aquí las medidas son, por lo general, muy importantes para que las cosas salgan bien. En caso de tener que usar 100 gr de harina, pon dos paquetes cerca de ellos y pídeles que hagan un montoncito que es aproxime lo máximo a este peso. Lleva cada montón a una báscula y descubre quién es el ganador.
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