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Experimentos científicos para hacer en casa
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Las profesiones STEM tienen gran demanda y la ciencia puede ser muy divertida si se la acercamos a nuestros hijos con experimentos caseros que podrán hacer fácilmente con nuestra ayuda.
Por eso, hemos seleccionado algunos para descubrir el funcionamiento de la energía, la física, la mecánica, la electricidad, la química, el magnetismo o las matemáticas.
Experimentos de energía
Fuente: YouTube- Science Buddies
Cómo hacer un medidor de viento casero
Para medir la velocidad del viento utilizamos un aparato llamado anemómetro. Se trata de una herramienta parecida a una veleta pero que en vez de finalizar en cuatro puntas lo hace en una especie de cuencos. Aquí te vamos a enseñar cómo hacer un medidor de viento casero para poder saber la fuerza de las ráfagas de viento y aprender algunos conceptos sobre la atmósfera, el clima y la velocidad.
Materiales
  • 5 vasos de cartón
  • Perforadora de papel
  • Regla
  • 2 pajitas
  • 1 chincheta
  • 1 grapadora
  • Lápiz con goma de borrar
  • Opcional: ventilador
Pasos
  1. Coge cuatro de los vasos y haz un agujero en uno de los costados a 1,5 cm por debajo del borde.
  2. En el quinto vaso haz cuatro agujeros en los costados. Tienen que estar a la misma distancia del borde. Haz uno más en el centro de la base.
  3. Atraviesa el vaso con dos pajitas de forma que creen una “X”.
  4. Pon en cada extremo de las cañas otro de los vasos que has perforado antes. Para que no se suelte asegura las pajitas con una grapa.
  5. Es importante que todos los vasos miren en la misma dirección.
  6. Toma el medidor de viento casero e introduce por la parte inferior del vaso principal un lápiz con goma. El borrador tendrá que mirar hacia arriba.
  7. Pincha el centro de las pajitas con una chincheta hasta que llegue a la goma del lápiz.
  8. Coloca el medidor de viento en un sitio plano. Puedes sujetar el anemómetro con una mano mientras gira, pinchar el lápiz en un trozo de gomaespuma o goma para plantas o en una maceta.
  9. Ahora ya lo puedes dejar en un sitio ventoso o encender el ventilador para descubrir la velocidad del aire.
  10. Pon una señal en uno de los vasos y cronometra cuántas veces vuelve a su posición inicial en un minuto.
Explicación
El aire está formado por pequeñas moléculas. Cuando se calientan se mueven a más velocidad y se separan entre sí, lo que hace que sea menos denso. Esto supone que tenga una presión más baja. Por contra, el aire frío tiene más moléculas por lo que es más denso y tiene una presión relativa más alta.
Debido a que las presiones tienden a equilibrarse, cuando el aire caliente se acerca un área de presión más alta, donde hay aire frío, este se mueve hacia dentro. Así se genera el viento.
Cuando el aire se mueve empuja las copas del medidor de viento que giran alrededor de un eje central. La velocidad se puede medir en revoluciones por minuto, es decir, el número de veces que una taza vuelve a su posición original en este tiempo.
Ya que el aire está formado por pequeñas moléculas, cuando el viento golpea algo todas las moléculas golpean ese objeto. Por eso podemos sentir su fuerza en la cara en una tarde ventosa. Eso es lo mismo que mueve los vasos del anemómetro.
La fuerza del viento se puede notar con intensidad, por ejemplo, en la playa. Eso se debe a que hay diferentes presiones de aire en el lugar donde el agua se encuentra con la tierra. El agua tarda más tiempo en variar su temperatura respecto a la tierra, por lo que durante el día la arena se calienta rápido cuando le da el sol y se enfría más deprisa al desaparecer. Esto provoca que durante el día el viento sople desde el mar hacia la tierra, o lo qué es lo mismo, desde un área con mayor presión de aire (más frío) a una con una presión menor (más caliente). Con la caída del sol el efecto se producirá en sentido contrario.
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Fuente: Exploratorium
Competición de latas de galletas
¿A qué niño no le gusta echar una carrera? Tus hijos pueden aprender física y conceptos de energía potencial y cinética con una competición en la que cambiamos los bólidos por unas latas de galletas redondas. En este experimento de energía te contamos el secreto científico para que su lata siempre sea la ganadora. Los materiales que necesitas son muy sencillos y posiblemente los tengas en casa. Solo tienes que crear una pequeña cuesta en casa pasillo o buscar una pendiente en la calle para dejar correr a tus latas.
Materiales
  • 2 cajas de galletas de metal redondas iguales, como las latas dónde vienen las galletas de mantequilla
  • 10 arandelas de metal grandes o rodamientos
  • Cinta adhesiva de doble cara
  • Cinta de washi tape o tiza de acera
  • Peso
Pasos
  1. Abre las dos cajas y vacíalas.
  2. Coloca en el interior de una de las latas 5 arandelas. Ponlas haciendo un círculo en el centro. Pégalas bien para que no se desprendan.
  3. Haz lo mismo con la otra caja, pero esta vez coloca las 5 arandelas restantes alrededor del borde de la lata.
  4. Comprueba que las cajas, una vez cerradas, pesan exactamente lo mismo.
  5. Si haces este experimento en casa señala una línea con washi tape para la salida y otra para la llegada. En caso de que lo hagas en la calle utiliza una tiza.
  6. Coloca las dos latas sobre la línea de salida.
  7. Déjalas rodar al mismo tiempo y verás los resultados de tu experimento de energía.
Explicación
Como las dos latas son iguales y tienen la misma masa deberían llegar al mismo tiempo a la meta. Pero si ya has hecho este experimento de energía descubrirás que no es así, una es más rápida que la otra. La diferencia está energía potencial y cinética de ambas latas.

Primero empezaremos por conocer qué es cada tipo de energía. La energía potencial es la que tienen los cuerpos que están en reposo y está relacionada con la posición del objeto y su masa. Por su parte, la energía cinética es la que tienen los cuerpos que están en movimiento. Depende de la velocidad y de la masa. Las dos están estrechamente relacionadas, ya que la energía potencial se transforma en cinética cuando un objeto se mueve.

Según lo que hemos explicado las dos latas de galletas, cuando están en la línea de salida, cuenta con la misma energía potencial, ya que tienen la misma masa. Pero la distribución de las arandelas en su interior hace que la masa se distribuya de forma diferente, lo que va a afectar a la rapidez con la que la lata ruede.

La lata en la que has puesto las arandelas entorno al borde utilizará la mayor parte de su energía en empezar a rodar. La que tiene las arandelas centradas necesitará menos energía potencial para desplazarse. Esto hace que tenga más cinética y que su velocidad sea mayor. Ahora ya sabes por qué una de las latas de galleta rueda con más velocidad que la otra.

Estas energías están relacionadas con el movimiento porque, aunque tú veas las cosas paradas y quietas, todo el universo se mueve.  Nuestro planeta también lo hace. Gira sobre sí mismo con el movimiento de rotación, qué es el que marca las noches y los días, y alrededor del Sol, mediante el movimiento de traslación, que da paso a las diferentes estaciones del año.
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Fuente: Stevesplanglerscience
Cómo construir un horno solar casero con una caja de pizza
Aprovecha la energía del sol para cocinar al aire libre y convertir a tus hijos en eco cocineros. Además de divertirse haciendo un experimento casero, aprenderán todo lo que necesitan saber sobre el poder del sol, uno de los mayores generadores de energía renovable.
En este caso vamos a enseñarte a hacer un horno solar. Para construirlo solo necesitas algunos materiales que seguro tienes en la cocina y una caja de pizza usada. Con estos elementos conseguirás una herramienta ecológica para calentar tu comida o hacer platos fáciles como dulces con chocolate fundido o sándwiches calentitos.
Materiales
  • 1 caja de pizza grande
  • Lápiz o bolígrafo
  • Regla
  • Cúter
  • Cinta adhesiva
  • 1 cartulina negra
  • Papel de aluminio
  • Plástico de cocina o una lámina de metacrilato
  • 1 pincho de brocheta de madera o lápiz
Pasos
  1. Limpia la caja de pizza. No dejes ningún resto de comida en el interior. También es importante que no tenga roturas.
  2. En la parte superior de la caja dibuja un cuadrado grande. Deja al menos 2,5 cm de distancia en cada uno de los bordes.
  3. Con el cúter corta las dos partes laterales y la inferior del cuadrado que has dibujado. Deja un lado sin cortar, el que permite que la tapa se abra y cierre, de este modo tendrás una solapa en la parte superior de la caja.
  4. Forra el interior de la tapa con papel de aluminio. Pégala para que no se mueva.
  5. Levanta la solapa y forra el hueco que queda con plástico de cocina. Es importante que el film cierre por completo la abertura de la caja.
  6. Cubre el interior del recipiente para pizza con papel de aluminio. Asegura con cinta aislante.
  7. Pega una hoja de papel negro en la parte inferior de la caja, es importante que esté centrada. Esta lámina funcionará como disipador de calor en el horno solar.
  8. El último paso es colocar un pincho de brocheta, un palo o un lápiz en un lateral para que la tapa del horno solar se mantenga levantada. Pega con cinta adhesiva. Tiene que quedar abierta en un ángulo de unos 90º.
  9. Ha llegado el momento de cocinar. Puedes hacer un sándwich de queso. Para que se derrita coloca el bocadillo en un trozo de papel de aluminio que te servirá como bandeja sobre la cartulina negra. Pon el horno solar en un lugar donde reciba directamente la luz del sol y deja que haga su trabajo hasta que el queso esté derretido.
Explicación
Este horno solar casero funciona gracias al efecto invernadero, que es capaz de mantener el calor dentro de la caja y así cocinar los alimentos. El sol entra por la tapa y atraviesa el plástico hasta llegar a la placa, la cartulina negra. Allí la energía lumínica se transforma en energía calorífica que queda atrapada en el interior de la caja sin poder salir, lo que hace que aumente la temperatura.

Para que no se escape el calor del interior es muy importante que todos los huecos que pueda tener la caja estén bien sellados. Así nos aseguramos de que nuestra comida se va a cocer poco a poco. Si quieres conseguir un buen resultado, es mejor que utilices una caja grande para que se incremente la absorción de los rayos solares.

Ten cuidado al abrir el horno solar, ya que puede alcanzar altas temperaturas en el interior.
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Experimentos de física
Fuente: Science4superheroes
¿Cuánto peso es capaz de resistir tu barco casero?
A los niños les maravilla la flotabilidad. Les encanta ver como hay elementos que se hunden y se sorprenden al encontrar otros que se sostienen sobre el agua. Pero ¿te han preguntado alguna vez por qué se produce este efecto? ¿Has probado a diseñar una construcción que flote por sí misma?

Con este experimento aprenderán la relación que existe entre el volumen y la masa que un objeto puede transportar sin llegar a hundirse. Tan fácil como hacer un barco de papel de aluminio y descubrir cuántas monedas es capaz de soportar antes de hundirse.
Materiales
  • Báscula
  • Papel de aluminio
  • Tijeras
  • Bañera o barreño
  • Monedas
  • Opcional: arroz
Pasos
  1. Corta varios pedazos de papel de aluminio.
  2. Si haces este experimento de flotabilidad con niños pequeños, aprovecha para explicarles cómo, a pesar de darles diferentes formas, el peso no varía. Es decir, prueba a cortar dos pedazos iguales. Pésalos delante del niño. Usa uno de ellos para hacer una bola de aluminio. Si le preguntas cuál pesa más es posible que diga que la bola. Muestra cómo, aunque cambie de forma, el papel pesa lo mismo.
  3. Haz cuatro barcos con el papel de aluminio. Construye dos iguales en un formato cuadrado pero de distinto tamaño, una del doble del otro. El tercero hazlo con forma de canoa. Por último añade un cuarto barco con forma de nido.
  4. Colócalos sobre el agua para comprobar cómo flotan.
  5. Es el momento de añadir peso para saber cuánto soportan. Añade monedas de 1 y 2 céntimos en los diferentes modelos de barco.
  6. Comprueba cuándo se hunden y si soportan el mismo número de monedas.
Explicación
Empieza por calcular el volumen de los barcos. En los cuadrados es muy fácil, tienes que multiplicar la longitud por el ancho y la altura. También puedes probar a añadir arroz al casco hasta completar la superficie. Pesa el arroz que has colocado y habrás conseguido la medida.

Con la primera moneda de céntimo el barco flotará porque su densidad total (masa entre volumen) es menor que la del agua. Según se añaden monedas de céntimo la densidad del barco aumenta y el casco comienza a bajar en el agua. Es importante que pongas los céntimos de una forma compensada para que no haya más peso en un lado del barco que en otro.

En el momento en que la densidad del barco supere a la del agua, se hundirá con todas las monedas dentro. El peso máximo que soporta el barquito es de 1 gr por centímetro cúbico.

Si quieres averiguar qué peso soporta cada una de las construcciones que has hecho, solo tienes que poner sobre la báscula las monedas. Si has utilizado las mismas en todos los casos, pesa una y multiplica por el número de ellas que has podido colocar en el barco antes de hundirse. Es importante que en cada caso uses monedas secas.
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Fuente: Mount Washington Observatory
Pompas de jabón congeladas
Para hacer con los niños pompas de jabón congeladas necesitarás elementos muy básicos, un poco de paciencia, porque algunas burbujas se romperán, y ganas de jugar y experimentar en directo con las leyes físicas. Elige un momento del día en el que haga mucho frío para aumentar las probabilidades de éxito.
Materiales
  • 1 pompero
  • 3 cucharaditas de lavavajillas líquido
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 2 cucharaditas de agua
Pasos
  1. Calienta agua en un cazo o en el microondas. Vierte 2 cucharaditas en el pompero y añade el azúcar. Ciérralo y agítalo para que se disuelva por completo.
  2. A continuación, agrega el jabón líquido y remueve con suavidad, para que no se forme espuma. Hazlo con el extremo de una cucharilla o emplea algún otro utensilio alargado y fino.
  3. Ciérralo y ya puedes ponerte a ello. Sopla y ve dejando caer las pompas sobre un lugar con nieve en el que haga mucho frío, y observa el proceso de congelación. Si la temperatura ambiente es muy baja, podrás lanzarlas al aire y ver cómo se forman los cristales de hielo.
  4. Otra opción es hacer las burbujas sobre un platito humedecido con agua muy fría. Luego sopla sobre él, con el pompero tocando el recipiente. Inmediatamente después y con mucho cuidado, déjalo en el congelador hasta que la pompa se hiele.
Explicación
Hace unos años hicieron un experimento en el Observatorio del Monte Washington, en New Hampshire (EE.UU.). Se trata de un centro de investigación científica y educativa sin ánimo de lucro que trabaja para la comprensión de los sistemas naturales que crean el clima en la Tierra.

En el lugar en el que está situado este observatorio, las temperaturas son muy extremas y en invierno se alcanzan muchos grados bajo cero. Así que un día, algunos de sus trabajadores decidieron divertirse un poco haciendo ciencia y fabricando pompas de jabón congeladas.
Probaron varias fórmulas y, después de algunos fallos, porque como sabéis las burbujas son muy frágiles, llegaron a la mezcla más apropiada, que es la que os hemos explicado más arriba. Si lo necesitas, puedes aumentar las cantidades de los ingredientes en las mismas proporciones.
Se pudo comprobar que, cuando salían las burbujas de jabón del pompero y quedaban suspendidas en el aire, empezaban a formarse cristales de hielo que se arremolinaban. Y, de este modo, se escarchaban progresivamente. Es decir, llegaban al punto de congelación por el cual un elemento líquido se solidifica a causa de una reducción de energía.
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Cómo recrear un terremoto con caramelos
En ocasiones oímos hablar de las consecuencias de un terremoto en alguna parte del mundo. ¿Por qué unas zonas son más propensas a los terremotos que otras? y sobre todo, ¿por qué unos edificios se mantienen en pie y otros caen ante los temblores de tierra? Con estos experimentos de terremotos para niños puedes descubrir cómo se produce un terremoto y cómo afecta a las construcciones haciendo que algunas de ellas caigan.
Materiales
  • Papel de periódico
  • Papel encerado
  • 1 trapo
  • Caramelos blandos tipo Sugus o terrones de azúcar
  • Mantequilla o margarina
  • Agua
  • Maicena
  • 1 cuchillo de mantequilla
  • 1 bandeja de plástico poco profunda
  • 1 molde para tartas que quepa en la bandeja
  • Tenedor
  • Canicas
Pasos
  1. Empieza por cubrir la superficie de trabajo con papel de periódico o cualquier otro material que pueda proteger la superficie.
  2. Pon un trozo de papel encerado sobre la mesa. Servirá para construir sobre él tu edificación de caramelo.
  3. Desenvuelve los caramelos y crea un edificio uniendo cada uno de los pequeños ladrillos dulces con mantequilla. Da igual cómo sea la estructura, lo importante que tenga varios pisos y que los superiores sean de menor tamaño a los que están en la base.
  4. Recorta el papel encerado para que cubra la base de tu edificio de caramelo. Aparta hasta que tengas el resto del experimento listo.
  5. Coge 3 tazas de maicena y ponlas en un molde para tartas.
  6. Añade 1,5 taza de agua y mezcla bien con ayuda de un tenedor o las manos. La masa tiene que ser ligera para que se pueda derramar, pero lo suficientemente densa para soportar la construcción.
  7. Pon las canicas sobre la bandeja y, encima de ellas, el molde con la masa de la maicena. Cuando muevas la bandeja, rodarán las canicas y se moverá la papilla. Es importante que el molde de tartas no llegue a golpear los lados de la bandeja.
  8. Coloca el papel encerado con la construcción sobre el molde de maicena. Es importante que esté en el centro.
  9. Sabrás que la mezcla tiene la textura perfecta si cuando lo levantes notas como si el edificio hubiese dejado una huella sobre la arena mojada de la playa. No se tiene que hundir.
  10. Llega el momento de agitar la bandeja para que la mezcla de maicena se mueva. Repite las sacudidas durante 20 segundos.
  11. Pasado este tiempo observa si el edificio ha sufrido algún daño.
  12. Haz de nuevo la operación. Verás como, poco a poco, el edificio dulce se empieza a resquebrajar.
Explicación
La masa de maicena es como la tierra, densa cuando soporta al edificio, pero se convierte en un líquido espeso cuando se agita.

Esto es lo que ocurre cuando movemos las canicas, nuestras placas tectónicas caseras. El movimiento que transmite a la papilla hace que se convierta en una masa espesa pero no sólida que no soporta el peso de tu edificio. Este proceso se llama licuefacción y pasa cuando una sustancia pasa de sólida a convertirse en un líquido pesado.

Es interesante que los niños prueben hacer este experimento con edificios de diferente planta y altura para que vean los que mejor resisten los terremotos. También puedes probar a cambiar la maicena por otros elementos como la plastilina y la granola de cereales mezclada con un poco de agua. Cada uno de ellos reacciona y forma diferente ante las pequeñas sacudidas que des a la bandeja.

Una vez que recojas el experimento es importante que tires la masa a la basura ya que puede obstruir las cañerías.a.
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Experimentos de química
Fuente: Notimeforflashcards
Cómo meter una nube de lluvia en un tarro
En ocasiones explicar los fenómenos meteorológicos a los niños no es fácil. ¿Y si pudiesen experimentar por sí mismos cómo es estar dentro de una nube y ver llover? Con esta actividad pueden crear su propia nube en un frasco y aprender qué condiciones se necesitan para que se formen una tormenta.
Para hacer este experimento no se precisan muchos materiales pero sí hay que contar con la ayuda de un adulto, ya que se necesita manipular agua muy caliente. Sigue los pasos que te indicamos y prepárate para descubrir cómo hacer una nube en un frasco de cristal.
Materiales
  • 1 tarro de vidrio con tapa hermética
  • ½ taza de agua muy caliente. Hay que manipularla con precaución
  • Laca de pelo
  • Algunos cubitos de hielo
  • Cinta adhesiva o marcador permanente
  • Opcional: colorante alimenticio
Pasos
  1. Pon ½ taza de agua en la jarra y marca con la cinta el nivel que alcanza. Vacía el bote.
  2. Echa unas gotas de colorante alimenticio en el agua fría y caliente antes de empezar el experimento.
  3. Prepara todos los materiales en una mesa de trabajo listos para usar. Para hacer una nube en un frasco la rapidez es importante.
  4. Vierte cuidadosamente el agua hirviendo en la jarra. Comprueba si llega al mismo nivel que habías marcado.
  5. Rocía rápidamente la laca dentro del bote de vidrio.
  6. Cierra el tarro para que no se escape nada.
  7. Pon los cubitos de hielo sobre la tapa de la jarra.
  8. Antes de abrir la tapa comprueba si el nivel de agua ha cambiado desde que lo echaste. Afloja con cuidado la tapa y levanta.
  9. Con precaución, evitando que pueda salpicar, deja caer unos cubitos de hielo en el tarro de cristal.
Explicación
Cuando echas el agua caliente en el tarro y rocías el interior con el aerosol comienza a formarse una nube en un frasco de vidrio. Se produce porque el calor genera la evaporación del agua que asciende en la jarra. Al llegar a la tapa se enfría, debido a que has colocado cubitos de hielo encima. Como resultado, el vapor de agua se condensa rápidamente en pequeñas gotas que sea adhieren a las partículas que ha dejado la laca.

Cuando levantas la tapa el calor comienza a desprenderse y, al verter los cubitos dentro del tarro, la nube desaparece con rapidez. Se producen porque el agua se enfría rápidamente y ya no libera más vapor.

Las nubes se forman mediante los procesos de vaporización; es decir, el paso del agua de líquido a gaseoso, y la condensación, donde se realiza el fenómeno inverso y el gas se transforma en agua.
La formación de las nubes en la atmósfera es similar. El aire transporta humedad en forma de vapor de agua. A medida que sube el aire caliente en la atmósfera, este se expande y se enfría. Esto provoca que el vapor de agua cree gotas. En las nubes las gotas se adquieren a pequeñas partículas de polvo que flotan en el aire, como en el experimento que has hecho sucedía con la laca.
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El huevo saltarín
Si crees que todos los huevos se rompen al caer es porque aún no has hecho este divertido experimento.
Materiales
  • 1 huevo
  • Vinagre
  • 1 bote de vidrio con tapa
Pasos
  1. Abre el bote, coloca dentro el huevo y rellena con vinagre hasta que quede completamente cubierto.
  2. Cierra y mantenlo así durante 2 días.
  3. Cuando abras el bote saca el huevo y descubrirás que se ha convertido en un huevo que bota.
Explicación
Cuando el huevo se sumerge en vinagre se disuelve la cáscara y penetra en el interior del huevo. Eso hace que el huevo se convierta en un elemento elástico.
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Cómo convertir tu boca en un divertido laboratorio químico
Aunque no lo creas tu estómago es uno de los laboratorios más sofisticados que se han creado a lo largo de la historia. En él entran alimentos y sale un compuesto del que absorbemos todos los nutrientes que necesitamos, es el resultado del proceso de la digestión.

Una vez que el bolo alimenticio llega al estómago, comienzan a trabajar unos ácidos muy potentes que, junto a las enzimas que también viven en nuestro aparato digestivo, descomponen los alimentos formando una sustancia que recibe el nombre de quimo.

Pero, ¿cómo actúan esos ácidos sin que nuestro estómago se resienta y nos duela en cada digestión? ¿Si son tan fuertes, no terminarán por hacerle daño? Vamos a resolver estas dudas con un experimento de química para niños fácil de realizar.

El estómago tiene, además de los ácidos y las enzimas, una mucosa que lo rodea. Se trata de una especie de moco que lo protege de los propios ácidos que genera. Es lo que hace posible que los ácidos no nos perforen el estómago, una bolsa que se dilata con la llegada del alimento y que puede llegar a almacenar hasta 4 l de comida.

Con este experimento de química para niños vas a descubrir cómo es la reacción del ácido y la base en tu propia boca.
Materiales
  • 1 bolsa de plástico pequeño con cierre hermético
  • 6 cucharadas de azúcar en polvo
  • 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
  • 9 cucharadas de gelatina en polvo de sabores
  • 2 cucharaditas de ácido cítrico
  • 1 cuchara
  • 1 vaso de agua
Pasos
  1. Pon 2 cucharadas de azúcar glas en la bolsa.
  2. Añade 3 cucharadas de gelatina en cada una de las bolsas.
  3. Pon 1 cucharadita de ácido cítrico en la bolsa.
  4. Cierra bien la bolsa para que no salga nada y agítala para mezclar todos los ingredientes.
  5. Toma una cuchara limpia y prueba cómo reacciona la mezcla en tu boca.
Explicación
Al probar la mezcla notarás una sensación de efervescencia en la boca. Esto se produce cuando el ácido cítrico y el bicarbonato se mezclan con la saliva. La combinación hace que se cree dióxido de carbono. Al contacto notarás como si tuvieras pequeñas burbujas en la lengua. Prueba a variar las cantidades y ver cómo reaccionan los elementos en tu boca.

Los ácidos y las bases están presentes en nuestro día a día. Forman parte de los alimentos, de los productos de higiene y también de los de limpieza. Un ácido es un compuesto capaz de liberar iones de hidrógeno cuando se disuelven en agua. Algunas de sus características es que tienen un sabor agrio, son corrosivos y en contacto con el bicarbonato producen dióxido de carbono.

Las bases también son muy importantes, ya que una de las funciones que tienen es neutralizar a los ácidos. Las bases, por ejemplo, se utilizan para crear el jabón a través de lo que conocemos como sosa cáustica. También está presente en limpiadores o en la pulpa del papel.
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Experimentos de magnetismo

Cómo hacer un altavoz casero con vasos
Haciendo este altavoz casero vuestros hijos pueden aprender cómo la física, el magnetismo y la electricidad pueden hacer que el sonido salga de su móvil y se escuche perfectamente.

Se trata de un experimento con materiales que puedes tener de alguna reparación eléctrica o comprar en la ferretería. Con esta propuesta vais a descubrir cómo se convierten las señales eléctricas en sonido para que salga a través de los altavoces. Para ello vamos a utilizar el electromagnetismo.
Materiales
  • 1 smartphone, tableta, reproductor de música con un conector para auriculares
  • Auriculares viejos
  • 1 imán de neodimio
  • 1 bobina de cable esmaltado
  • 2 vasos de papel o de plástico
  • Cinta adhesiva
  • Tijeras o pelacables
Pasos
  1. Coge los dos vasos de plástico o cartón y ponlos al revés sobre una superficie lisa. En la base de uno de ellos pega el imán con cinta adhesiva transparente.
  2. Enrolla el alambre alrededor de uno de tus dedos. Da unas 30 vueltas. De este modo habrás creado una minibobina. No te olvides de dejar unos centímetros de cable suelto por cada extremo.
  3. Achata con los dedos la espiral de alambre para que no quede muy alta. Sujétala con cinta al culo del otro vaso.
  4. Toma los auriculares. Corta el cable a la altura de la división para cada una de las salidas de sonido, para el oído derecho y el izquierdo. El resultado es un único cable con el conector para el móvil o la tableta.
  5. Con ayuda de un pelacables o unas tijeras separa el aislamiento exterior. Es tan fácil como dar un pequeño corte y tirar del recubrimiento.
  6. Dentro encontrarás tres cables más pequeños: uno de cobre y otros dos de colores (pueden ser blanco y rojo o azul y rojo) que indican las salidas de sonido izquierda y derecha.
  7. Coge cada uno de los cables de colores y pela ligeramente el extremo para eliminar cualquier cobertura plástica.
  8. Une cada uno de los cables de colores a una parte de tu minibobina de alambre. Para que la conexión sea mejor enróllalos sobre los extremos del alambre y cubre con cinta aislante.
  9. Conecta el cable a tu dispositivo electrónico y haz sonar la música en tu nuevo altavoz casero.
Explicación
Para que el altavoz funcione necesitas acercar el vaso con el imán al que tiene la conexión de bobina eléctrica sin que se toquen.

Cuando una corriente eléctrica pasa a través del cable produce un campo magnético alrededor del mismo. Al crear una minibobina de alambre hemos hecho que el campo magnético sea más fuerte y que, cuando enviamos la señal eléctrica de audio, se obtenga el sonido de la canción que queremos escuchar. Lo que se produce es una vibración entre campos magnéticos qué hace posible que oigamos la música.

Completa el experimento probando a acercar y alejar el imán para ver cómo varía la fuerza con la que se escucha la música. Al separarlos verás que el sonido se hace más bajo. Las fuerzas magnéticas son más fuertes cuando el imán se acerca y pierden poder a medida que lo separas.

También puedes retocar tu altavoz poniendo un imán más potente o varios juntos y dando más vueltas a tu bobina de cable. Verás cómo al aumentar el campo magnético también sube el volumen del sonido.
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Cómo saber la cantidad de hierro que tienen tus cereales
Con esta propuesta te enseñamos cómo averiguar la cantidad de hierro de los cereales. Un experimento casero basado en el magnetismo con el que los niños se sorprenderán al ver cómo pueden atrapan el mineral que hay entre los copos de su tazón de desayuno. Además, aprenderán que el hierro no solo está presente en las construcciones, sino que es parte de la corteza terrestre (está en rocas que presentan color rojizo o anaranjado ya que se oxida a contacto con el oxígeno), los alimentos y nuestro organismo.
Materiales
  • 1 caja de cereales de desayuno con alto contenido en hierro, cuanto más mejor
  • Mortero o un cuenco con una cuchara para machacar
  • Imán de neodimio u otro imán potente
  • Papel blanco
  • Opcional: bolsa de plástico con cierre hermético, agua y batidora de vaso
Pasos
  1. Pon un puñado de cereales para desayuno con alto contenido en hierro en un mortero y machaca hasta que se convierta en polvo. Cuanto más fino más sencillo será extraer el hierro.
  2. Echa los cereales molidos sobre un folio o cartulina de color blanco.
  3. Pasa el imán cerca de la parte superior de los cereales y verás cómo recoge unas pequeñas partículas negras. Habrás conseguido separar el hierro del alimento.
  4. Una variante que puedes hacer es triturar los cereales con agua en una batidora de vaso. Cuando hayas conseguido tener una pasta de cereales métela en una bolsa hermética.
  5. Pasa el imán por el exterior de la bolsa de plástico y verás como las partículas de hierro se agrupan.
Explicación
Al triturar el cereal, el hierro que está unido a otras sustancias del alimento se libera. Este es el motivo por el que las partículas pueden ser recogidas por el imán. Además, si haces la segunda parte de esta manualidad y pones el cereal en un bolsa con agua, verás la diferencia que existe entre triturarlo y meterlo en un líquido. En el segundo caso, cuando los copos se disuelve en agua se libera aún más el hierro que contienen.

Utiliza este divertido experimento científico para explicar las cualidades de los alimentos y las propiedades del magnetismo. También te servirá para comprobar juntos qué marcas de cereales tienen una mayor cantidad de hierro.
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Fuente: Sciencebuddies
Cómo hacer una brújula casera
Crear su propia brújula casera puede servir a tus hijos tanto dentro de casa como si van de excursión al campo. Un experimento muy fácil donde aprenderán conceptos de magnetismo que les serán muy útiles, sobre todo si están dispuestos a ser unos intrépidos aventureros.
Materiales
  • Agujas de costura de metal
  • 1 imán. Te sirve desde uno de la nevera a un imán de tierras raras. Tienes que pensar que cuanto más potentes, mejor funcionará.
  • Alicates
  • 1 corcho
  • Tijeras
  • 1 tazón
  • Agua
Pasos
  1. Frota la aguja contra el imán varias veces. Hazlo siempre en la misma dirección. Cuanto más débil sea el imán más veces tendrás que hacerlo.
  2. Ayúdate de las tijeras para cortar un cuarto del corcho hasta conseguir un pequeño disco de un par de centímetros de alto.
  3. Coloca el corcho sobre una superficie plana y mete la aguja en uno de sus lados utilizando los alicates.
  4. Atraviésalo al completo hasta que se vea la misma proporción de aguja a ambos lados del disco de corcho.
  5. Llena un tazón con agua.
  6. Pon el corcho con la aguja en el centro de la taza. Es importante que no toque los bordes.
  7. La aguja empezar a moverse apuntando hacia el norte. Comprueba si tú brújula casera funciona bien utilizando una real o una aplicación para móvil que te indica cuál es el norte.
Explicación
Cuando frotas el imán contra la aguja esta se imanta convirtiéndose en un imán temporal, es decir, que los efectos son limitados y se pasan al cabo de unos minutos. Los imanes actúan entre sí acercándose o repeliéndose. Como sabes, están compuestos de dos campos: positivo y negativo. Si se juntan dos polos del mismo signo tenderán a rechazarse mientras que si se acercan los polos opuestos se unen.

En este experimento de magnetismo la aguja es capaz de interactuar con el campo magnético de la Tierra. Aunque en la corteza terrestre tienen un campo débil, la aguja lo detecta y se mueve en el cuenco hasta encontrar el eje norte-sur. Los científicos creen que la Tierra es una mezcla de hierro y níquel lo que hace que tenga su propio campo magnético, una característica que provoca que el planeta pueda desviar el viento solar cargado de partículas que provienen del Sol.
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Experimentos de electricidad

Bolas voladoras con electricidad estática
Un experimento de electricidad estática con el que conseguirás que unas bolas de papel de aluminio vuelen.
Materiales
  • Papel de aluminio
  • Platos de plástico
  • Trapo de algodón
Pasos
  1. Haz unas bolitas con el papel de aluminio. Déjalas sobre uno de los platos.
  2. Coge el otro y frótalo con la tela de algodón.
  3. Acerca el que está cargado a la bolas de aluminio y estas empezarán a volar atraídas por él.
Explicación
El plato que hemos frotado y las bolas tienen distintas cargas lo que hace que se atraigan entre sí.
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Fuente: TeachingScience
Coche propulsado con aire
Con este experimento científico los niños aprenderán sobre energía y movimiento de forma práctica. Es importante que todos los materiales que elijamos sean muy ligeros para que el experimento funcione. Puedes diseñar dos coches y hacer una competición para ver cuál corre más. Otra opción es construir un coche de lego y pegarle la pajita con el globo en la parte superior.
Materiales
  • 1 plataforma de plástico o cartón
  • 4 tapones de botellas de plástico o tapas de vasos desechables
  • 4 pajitas
  • Cola blanca (o pistola de pegamento termofusible)
  • 2 pinchos de madera
  • 1 globo
  • 1 goma elástica
  • 1 punzón o elemento punzante para perforar
Pasos
  1. Perfora los cuatro tapones de plástico con un punzón.
  2. Colócalos en cada extremo de los dos pinchos de madera y pégalos con cola blanca para que queden bien sujetos.
  3. Fija los ejes a la plataforma, asegurándote de que las ruedas queden más o menos alineadas.
  4. Introduce una pajita en el globo, que deberá ir en la parte posterior del coche, y une ambos elementos con una goma elástica.
  5. Pega la pajita ya unida al globo en la mitad de la superficie con un trozo de celo.
  6. Por último, sopla por el extremo libre de la pajita hasta que el globo esté bien inflado.
  7. Suéltalo y observa cómo se mueve.
Explicación
Este experimento sirve para mostrar a los niños uno de los principios más básicos de la ciencia: la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. Utilizamos nuestra propia energía para hinchar el globo, que se convierte en una fuente de energía para el coche (energía cinética).

Además, podéis incorporar las matemáticas midiendo la distancia que recorre el coche en función del aire que insuflamos al globo. También podemos medir el tiempo que tarda en recorrer una determinada distancia con un cronómetro.
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Fuente: Createplaytravel
Pompas mágicas
Convierte a tus hijos en magos gracias a la electricidad estática. En este experimento te enseñamos cómo hacer que las pompas de jabón se muevan de un lado a otro sin tocarlas.
Materiales
  • Bote con líquido para hacer pompas
  • Superficie de plástico
  • Tubo de PVC
  • Pajita
  • Gomaespuma
  • Pegamento caliente
Pasos
  1. Utiliza la gomaespuma para crear una estrella con la que decorar el tubo de PVC y convertirlo en una varita.
  2. Echa un poco de líquido para hacer pompas sobre una superficie plástica y extiende.
  3. Con ayuda de una pajita haz una o varias pompas de jabón.
  4. Frota tu varita de PVC con una tela de algodón.
  5. Acerca la varita a las pompas. Bailarán mágicamente al sol de tus movimientos.
Explicación
Al frotar la varita la cargamos con electricidad estática. Cuando la acercas a las pompas estas también se cargan y son atraídas por el PVC.
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Experimentos de matemáticas
Fuente: Instagram Just Teachy
Sumas con platos
Las matemáticas también se pueden convertir en algo divertido. Aprenderlas no se limita a hacer operaciones repetitivas en un cuaderno. Puedes ir más allá creando entretenidas actividades para que los niños asimilen los conceptos más básicos sin darse cuenta de que están estudiando. Un plato de comida con tres divisiones y elementos que tengas en casa, y que el niño pueda manipular, es todo lo que necesitas para enseñar matemáticas de una forma divertida.
Materiales
  • Plato con tres divisiones
  • Estrellas de goma EVA, botones grandes o cereales
  • Tarjetas de cartulina
  • Rotulador
Pasos
  1. Escribe en las tarjetas todas las sumas que quieras que los niños practiquen.
  2. Deja cerca de ellos los elementos que servirán para contar.
  3. Tan solo necesitas mostrarles la cartulina y que ellos añadan en cada una de las separaciones superiores las piezas que corresponden a los sumandos.
  4. Para realizar la operación matemática solo tendrán que juntarlas en la parte inferior del plato y contar el resultado.
Explicación
Con esta idea los niños aprenderán de forma manipulativa cómo funcionan las matemáticas, lo que facilita la comprensión de las operaciones.
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Fuente: HousingaForest
Mariquitas matemáticas
Las mariquitas suelen ser uno de los insectos favoritos de los niños. Su color, las manchas y su forma redondeada las hacen unos animales muy simpáticos que, en algunas culturas, son sinónimo de buena suerte. En este caso, serán las protagonistas de esta manualidad para aprender a contar.
Materiales
  • 10 palitos de helado
  • Pinzas de tender la ropa
  • Mariquitas
  • Rotulador negro
Pasos
  1. Pintamos nuestros palitos de color verde a fin de que representen unas briznas de hierba.
  2. Escribimos, en uno de los extremos de los palitos, los números del 1 al 10 con rotulador negro.
  3. Sobre un soporte, ponemos los palitos de helado pintados de verde.
  4. Sobre cada palito, el niño tendrá que ir colocando tantas mariquitas (que habremos pegado sobre las pinzas) como indique el número que hemos puesto.
Explicación
Aprender a contar puede ser divertido si lo hacemos en forma de juego. Si quieres enseñar a tus hijos los números, esta es una forma sencilla en casa para que se inicien en los primeros conceptos matemáticos.
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Fuente: Littlebinsforlittlehands
Copiar la forma geométrica
Conseguir que los niños se diviertan con la geometría es más fácil de lo que crees. Utiliza objetos cotidianos o algunos de sus juguetes para enseñarles qué es y cómo trazar un círculo, un triángulo, un cuadrado o un rectángulo.

Materiales
  • Goma EVA de distintos colores
  • Lápiz
  • Regla
  • Tijeras
  • Números
  • Palos de helado
  • Cestos o bandejas
Pasos
  1. Dibuja sobre la goma EVA las diferentes formas que quieres mostrar a los niños. Recorta.
  2. Pon las formas en una bandeja o cesto, los palitos en otro recipiente y los números en un tercer espacio.
  3. Haz que los niños vayan sacando, de una en una, las formas recortadas. Deberán imitarlas con los palitos sin olvidar acompañarla por el número con los lados que tiene la forma que han creado.
Explicación
Utiliza la repetición como método para fijar los contenidos que los niños han aprendido. Con este juego podrán construir sus propias formas geométricas de forma muy sencilla.
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