Hábitos saludables
Con la comida, educar y no premiar o castigar
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por Laura González
Responsable de Nutrición de Nestlé España
“Si no te comes la coliflor, no hay postre”. Seguramente habrás dicho algo parecido en alguna ocasión cuando has perdido la paciencia y ya no sabes cómo convencerle para que le de una oportunidad a la verdura.
Es importante arraigar costumbres saludables en nuestros hijos y que entiendan la comida como una combinación de gustos y sabores que nos permitirán vivir con mayor calidad y disfrutar en tanto que es también un acto social y cultural.
Desde bebés ya se inicia una relación emocional con la comida y si mezclamos de manera equivocada comida y emociones, corremos el riesgo de que el niño relacione una serie de alimentos con situaciones negativas para él. Por eso, si alguna vez has dicho algo parecido a tus hijos, has de saber que, en realidad, el pequeño se queda con la idea de que la coliflor es horrorosa y el postre, lo mejor.
Sin castigos
Del mismo modo, castigar sin postres no es recomendable. Tampoco castigar con no cocinar aquel plato previsto y substituirlo por verdura porque así lo que estamos reforzando es precisamente la no aceptación de este grupo de alimentos (generalmente las verduras). Hemos de explicarles y educarles pacientemente en que cada comida tiene un valor por sí misma, sin estímulos externos que la hagan más o menos valida.
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Tampoco con premios
En realidad no existen alimentos buenos y alimentos malos. Lo que hay son alimentos que se deben comer con menor frecuencia, teniendo en cuenta siempre los principios del Nutriplato y las recomendaciones de los expertos para una alimentación saludable en niños. Si premiamos buenas conductas con dulces o "chuches", el niño buscará siempre reforzar el buen comportamiento con este tipo de alimento.
Lo que debemos hacer es educarlos para que sigan una dieta equilibrada, rica y variada. Todos los alimentos nos aportan unos nutrientes que son importantísimos para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Algunos alimentos les resultarán menos apetecibles, pero no por ello los debemos descartar de la dieta o bien “premiar” con substituirlos por otros.
Una manera de reforzar comportamientos, “premiar”, de forma beneficiosa para el niño podría ser realizar una actividad en familia como, por ejemplo, ir al cine, una excursión por el campo, etc. Si hemos de “premiar” que sea sobre todo con nuestra atención y un refuerzo que sea siempre en positivo.
TIPS PARA EL DÍA A DÍA
1.- Predica con el ejemplo
Los niños aprenden por imitación y habitualmente su referente más cercano somos los padres y madres. En este sentido, es importante incorporar las verduras y frutas en los hábitos diarios de consumo de la familia para que los pequeños integren estos alimentos de manera saludable en su alimentación.
2.- Haz que les resulte fácil obtener comida saludable
Así te asegurarás de que, cuando los niños lleguen a casa, sea lo primero que cojan si tienen hambre. Por ejemplo, ten a su disposición comida simple y atractiva: desde frutas y verduras ya cortadas en un tupper guardado en la nevera (piña, melón o zanahorias) a batidos o hasta sándwiches. Además, ten el frutero siempre lleno de frutas variadas.
3.- Ofréceles nuevos sabores
Animales a probar nuevos sabores y atrévete a cocinar los alimentos de manera diferente para una alimentación saludable para los niños.
4.- Cuida la presentación
Es importante ofrecer los alimentos de forma atractiva. Emplear diversos tipos de presentaciones y de cocciones para un mismo alimento.
Ensalada tricolor y quínoa mediterránea
5.- Apuesta por platos de verdura para compartir
Servir algún plato de ensalada o verduras como, por ejemplo, unos tomates cherry en el centro de la mesa les crea curiosidad, porque no se les está imponiendo y les acaba atrayendo.
6.- Cocina con ellos
Cocinar, al menos una vez a la semana, una receta juntos. Implicarlos en la elaboración ayuda a que se interesen más por la comida. Además, las recetas para cocinar con niños son actividades muy beneficiosas para toda la familia. Montar unas brochetas de pollo con verduras o unos tomates rellenos después de vaciarlos con una cuchara y rellenarlos con trocitos de tomate, pepino, cebolla y aceitunas pueden ser unas buenas opciones.
Brochetas de pollo y tomate relleno acompañado de garbanzos