Logo de Sapos y Princesas
especial Tecnología | Noviembre 2020
suscríbete
Creciendo ante la adversidad
Una escuela emocionalmente inteligente capaz de adaptarse con rapidez y eficacia a las circunstancias gracias al esfuerzo y capacidad de reinvención de todo el personal del centro.
Comparte nuestra revista
Facebook de Sapos y PrincesasWhatsApp de Sapos y Princesas
Síguenos en nuestras redes sociales
Facebook de Sapos y PrincesasWhatsApp de Sapos y PrincesasTwitter de Sapos y PrincesasTelegram de Sapos y PrincesasIntagram de Sapos y Princesas
anúnciate en nuestra próxima revista
¿Quieres distribuir gratis nuestra revista entre tus empleados o clientes? Escríbenos a
distribucion@saposyprincesas.com
COMPARTE
Han pasado ocho meses desde que los centros educativos del país cerraron sus puertas de manera inesperada debido al grave panorama sanitario del COVID 19. Este momento supuso el inicio de un periodo de incertidumbre para la comunidad educativa y planteó una serie de retos a la hora de adaptarse a la nueva situación.
El Colegio Balder, una escuela emocionalmente inteligente situada en el municipio madrileño de Las Rozas, fue capaz de adaptarse con rapidez y eficacia a las circunstancias gracias al esfuerzo y capacidad de reinvención de todo el personal del centro.
"Sin emoción no hay aprendizaje"
En septiembre y tras un verano de preparación, el centro volvía a iniciar su actividad presencial y los alumnos retomaron sus clases habituales, aunque de manera escalonada y preparados para cualquier escenario. Desde entonces, el curso ha podido continuar bajo la puesta en marcha de unas normas para garantizar la seguridad de todos los miembros del colegio: pruebas serológicas, limpieza y desinfección diaria de aulas e instalaciones, ventilación constante y distancia de seguridad, y reorganización de espacios comunes como el comedor, polideportivo y patios.
Acompañar emocionalmente
Pero no solo se han llevado a cabo medidas sanitarias, sino que la vuelta al cole ha sido más emocional que nunca. Y es que si algo se ha aprendido en el mundo educativo durante todo este tiempo y que esta escuela ha llevado como bandera, es que sin emoción no hay aprendizaje. Por ello, para el Colegio Balder es prioritario realizar un acompañamiento personalizado a los alumnos y las familias, y brindar a cada alumno los recursos necesarios para afianzar los conocimientos y canalizar sus emociones durante el nuevo curso.
Trabajo socioemocional con los alumnos
Desde el Departamento de Orientación y con el apoyo de Dirección, tutores y profesores, el centro lleva a cabo un plan de actuación para acoger emocionalmente a los alumnos y transmitirles valores de respeto, solidaridad y tolerancia. En estas sesiones mensuales, los participantes trabajan sus emociones a través del juego y del desarrollo de una serie de actividades guiadas por profesionales. Estas dinámicas, destinadas a trabajar el área socio afectiva de cada niño, son más necesarias que nunca.
Y es que, como recalcan desde el centro, se encuentran ante una situación de duelo en la que profesores y alumnos experimentan la pérdida de la realidad conocida ¿cómo era la escuela a la que acudían antes? Por eso en Balder destinan todos los medios para asegurarse de que se sientan respaldados y refuercen una serie de valores necesarios ante los cambios y los momentos vitales complicados.
Atención a las necesidades específicas
Además de este trabajo, otro de los puntos fuertes del Colegio Balder es la atención a la diversidad, que consiste en un acercamiento especializado hacia las diferentes necesidades educativas de cada niño: tanto a aquellas que se prolongan en el tiempo como a las que aparecen en momentos específicos.
La tecnología juega un papel protagonista
Este curso, otro papel protagonista lo juega la tecnología. En lugar de presentarse como una dificultad añadida, ha supuesto una nueva fuente de oportunidades y tanto los profesores como los alumnos de Balder la han incorporado con facilidad a sus dinámicas en clase.
En Secundaria, todos los alumnos disponen ya de su propio Chromebook, una medida que el centro tomó antes de la pandemia y que ha supuesto muchas ventajas, al ser un dispositivo resistente y adaptado a las necesidades actuales. En cambio, los estudiantes de Bachillerato utilizan MAC desde hace algunos cursos. Por otro lado, el colegio Balder ha adquirido una serie de Webcams, permitiendo a los alumnos confinados en casa seguir las clases, y a los profesores en la misma situación poder impartirlas. Estas cámaras se han repartido por todo el colegio y han posibilitado las clases online y las denominadas clases híbridas. También se ha dotado al profesorado de micrófonos inalámbricos para que puedan desplazarse por el aula sin que el alumno que esté en casa deje de escucharle.
También en las etapas de Infantil y Primaria se están llevando a cabo clases online adaptadas a cada edad, teniendo en cuenta las necesidades y características de cada curso.

Todas estas incorporaciones tecnológicas no solo han sido útiles para enfrentar la situación, también han puesto de manifiesto las capacidades adaptativas del personal y las competencias digitales previas de los alumnos. Esto ha posibilitado la búsqueda de nuevas vías de exploración: aprendizaje por proyectos, estrategias de gamificación aplicadas a diferentes asignaturas y una amplitud de ideas surgidas gracias a la creatividad de todo el equipo (docente y alumnado) y a la metodología de innovación pedagógica habitual del centro.
Continúan las actividades extraescolares
A su vez, desde el colegio se siguen organizando y realizando inscripciones en cursos y eventos especiales (Certamen de Debates, Club de Lectores, Retotech…). Y no faltan las actividades extraescolares, ajustadas a la nueva situación, pues los alumnos necesitan seguir sintiendo que, pese a todo, su colegio les sigue ofreciendo todas las posibilidades de poder continuar desarrollándose a nivel global, aún con todas las medidas de protección necesarias.
La vida sigue y en el colegio Balder continúan adaptándose a los actuales y posibles escenarios. Pero no cabe duda de que quienes mejor asimilan todos los cambios son los alumnos. Ellos son los verdaderos protagonistas y los que día a día, ofrecen lecciones de superación y muchos motivos para continuar aprendiendo a su lado pues de ellos, niños y adolescentes, hay mucho que aprender.
Calle Sierra Morena, 41, 28290 Las Rozas de Madrid, Madrid