Este parque, situado en el centro de la costa del Pacífico, a pesar de ser uno de los más pequeños, es el más conocido del país debido a su fácil acceso y a la diversidad de sus ecosistemas: bosques húmedos tropicales, playas de arena blanca, manglares, arrecifes coralinos e incluso una laguna de más de catorce hectáreas.

El Parque Nacional de Corcovado se encuentra en la península Osa y solo se puede acceder a él a través del agua o del aire. Es el más grande del país y es muy famoso por la gran cantidad de especies que lo habitan.

Este sitio es, probablemente, el mejor para ver jaguares. La caza ilegal y la destrucción de su hábitat le han puesto en grave peligro de extinción y, aunque es un animal tímido y experto en pasar desapercibido, será difícil dar con él; pero no imposible. También podéis encontraros con otros grandes mamíferos como el oso perezoso, monos, tortugas marinas, guacamayos u osos hormigueros gigantes. En los alrededores de la laguna de Corcovado es relativamente fácil ver tapires, ya que se acercan a beber agua y a refrescarse.

Situado en la costa caribeña, este lugar ocupa más de 26.000 hectáreas y en su interior viven cerca de 400 especies diferentes de árboles, 2.200 tipos de plantas, aves y mamíferos. Es una de las zonas más húmedas del país y entre sus ríos, canales y lagunas pueden verse multitud de especies animales. La fauna del parque es muy diversa. Hay dantas, jaguares, monos, mapaches, murciélagos pescadores, perezosos, nutrias, lagartos o guacamayos, entre muchos otros.

Uno de los principales atractivos de este parque es la observación de tortugas marinas. De hecho, es el área más importante de la mitad occidental del Caribe para el desove de la tortuga verde, que además está en peligro de extinción. Otras especies de tortugas marinas también desovan en sus playas, como la baula y la carey.

Esta zona protegida se fundó en 1.962 y actualmente es uno de los atractivos turísticos más visitados del país, llegando a recibir a unos 70.000 turistas al año. La reserva posee seis zonas ecológicas principalmente de bosque virgen, con una alta biodiversidad. En su interior hay más de 2.500 especies de plantas, más de 100 especies de mamíferos, 400 aves, 120 reptiles y anfibios y miles de insectos.

Cuenta con senderos muy cómodos para recorrer a pie, lo que hace de la visita una experiencia única. Si tenéis paciencia, podréis ver en lo alto de los árboles una de las aves más bonitas del mundo: el quetzal. También tendréis la oportunidad de ver tucanes, monos, jaguares y pumas, aunque estos últimos son mucho más escurridizos.

Hay muchos volcanes en Costa Rica, pero ninguno es tan bonito como el Arenal. Se encuentra ubicado en el Parque Nacional Arenal, que abarca más de 12.000 hectáreas entre las provincias de Alajuela y Guanacaste.

Junto con el Arenal, este volcán es uno de los más populares en Costa Rica, especialmente debido a su proximidad a San José. Asimismo, es uno de los más activos y grandes del mundo, con una altura de más de 1.600 metros de altura, y uno de sus atractivos principales es su burbujeante laguna. Hay senderos acondicionados para conocer cada uno de los tres lagos del cráter. Uno de ellos tiene más de 300 metros de profundidad, lo que lo convierte en la mayor laguna volcánica del mundo.

El Parque Nacional del Volcán Poás tiene más de 60 kilómetros cuadrados de extensión y abarca al menos cuatro hábitats distintos. En su interior viven más de 80 especies diferentes de aves, donde destaca el quetzal, aunque también hay colibríes, tucanes, pavas negras y tángaras.

Isla del Coco es conocida como Las Galápagos de América Central. Se convirtió en Parque Nacional en 1.978 y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1.997. Se encuentra a 550 kilómetros de la costa del Pacífico y es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, científicos, biólogos y submarinistas.

Su gran población de manta raya gigante, tiburones ballena, delfines y otras especies marinas es realmente espectacular. Es uno de los pocos lugares en el mundo donde se concentran miles de tiburones martillo. En Isla del Coco hay más de 50 especies de peces, más de 90 moluscos, más de 50 crustáceos, dos especies de lagartos, siete aves terrestres y más de 70 marinas, algunas de ellas endémicas. Toda esta variedad biológica se debe a su clima húmedo y oceánico.

En la costa contraria a la isla, se encuentra el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, con un arrecife de más de cinco kilómetros cuadrados donde conviven hasta 600 especies diferentes de moluscos. También es fácil ver peces tropicales, delfines, tortugas marinas e incluso manatíes.

Está situado al noroeste del país y recibe su nombre del volcán que se encuentra en su interior. El Rincón de la Vieja es uno de los volcanes más activos de Costa Rica y una de las grandes atracciones del parque. En la parte sur del volcán se ubican las llamadas áreas Las Pailas y Las Hornillas donde hay fuentes termales, lagunas y orificios por donde se elevan grandes chorros de vapor.

En esta zona existe probablemente la mayor población en estado silvestre de la Guaria Morada, la flor nacional. En cuanto a flora y fauna, el Rincón de la Vieja presenta diversos hábitats debido a las diferencias en altitud, erupciones volcánicas y al tipo de vertiente.

El Parque Nacional Palo Verde se encuentra en las orillas del río Tempisque, en la Península de Nicoya, y posee la concentración más grande cocodrilos del país. Es uno de los mejores lugares para la observación de aves y de una gran variedad de vida silvestre y fauna tropical. Es una zona donde tiene lugar la mayor concentración de aves acuáticas y migratorias de la costa del Pacífico de América Central.

Pero Palo Verde no es solo un magnífico santuario de aves, también es un importante refugio para los últimos remanentes de los bosques secos de hoja caduca del Neotrópico. Dentro del Parque Nacional se encuentra el Área de conservación de Tempisque que incluye el Refugio de Vida Silvestre Caballero, el Parque Nacional Barra Honda y la Reserva Biológica Lomas Barbudal.

Este parque es considerado como el pulmón de San José, ya que se encuentra bastante cerca de la capital de Costa Rica, en plena Cordillera Volcánica Central. De su paraje natural destacan sus altas montañas escarpadas, frondosos bosques vírgenes, volcanes, cascadas, ríos y un impresionante bosque nuboso.

Es una de las áreas protegidas más grandes del país, con 50.000 hectáreas y se estima que en su interior hay cerca de 6.000 especies diferentes de plantas. Entre los mamíferos que se pueden ver destacan los monos carablanca, colorado y aullador además de pumas y jaguares, coyotes, osos colmeneros y algunas especies cercanas a la extinción debido a la caza furtiva como el pavón y el tepezcuinte.

Este parque es uno de los lugares más singulares de Costa Rica. Cuenta con más de 5.000 hectáreas marinas y 110 hectáreas de terreno y se compone de manglares, arrecifes de coral y playas vírgenes.

El parque debe su nombre a las ballenas jorobadas que migran a la región entre los meses de agosto y noviembre y de diciembre a abril cada año, por lo que es uno de los mejores lugares para avistar cetáceos. Desde las playas de Bahía Drake pueden observarse ballenas piloto, de Bryde, falsas orcas y hasta tres variedades diferentes de delfines. El objetivo principal del parque es la conservación de los ecosistemas marinos incluidos en sus límites. Además también podréis hacer snorkel y submarinismo para ver su increíble arrecife de coral y sus peces.