Parque Natural del Monasterio de Piedra en Zaragoza | Fuente: Monasteriodepiedra.com

Lleno de cascadas, lagos y grutas, se trata de uno de los parajes más bellos de España. El recorrido del Parque del Monasterio de Piedra está lleno de sorpresas y espectaculares rincones de cualidades estéticas y paisajistas sorprendentes. A la belleza propia del río hay que añadir el bullicio y frescor de sus cascadas, la apacible quietud de sus lagos, en especial la del Lago del Espejo, y el cantar o trineo de diferentes tipos de aves, de las que se han identificado más de 20 especies distintas. Además, en plena naturaleza, se encuentra un monasterio cisterciense del siglo XII, protegido por una muralla medieval que aún conserva su hermosa Torre del Homenaje.

Limitando con la ciudad gallega de Lugo y muy cerca del mar Cantábrico encontramos este municipio asturiano, en cuyas tierras de valles y montañas se conjuga el agua, el hierro, el fuego, las cuchillerías y los telares. Taramundi es un lugar de referencia dentro del turismo rural, donde se disfruta tanto de la naturaleza como de su cultura y tradiciones. Ubicada en una ladera rodeada de montañas verdes, es el punto de partida de diferentes rutas en bici o a pie. De hecho, la ruta del agua lleva directamente a La Salgueira, una cascada de 50 m que cae entre medio de todo el verde de la naturaleza.

Playa del Silencio | Fuente: Canva

La Playa del Silencio, en Castañeras, tiene este nombre porque es un lugar casi mudo debido a los acantilados que la rodean. Gracias a ellos, la fuerza del mar se queda fuera y el agua que entra a la playa es tan tranquila que llega a ser silenciosa. Se trata de un paraje casi virgen rodeado de una hermosa naturaleza. Como allí las aguas están siempre calmas, es un lugar perfecto para bucear y hacer snorkel. El acceso a esta playa no es sencillo, por lo que si vais con niños pequeños lo mejor es llevar mochila de porteo. Además, tened en cuenta que no cuenta con ningún tipo de servicio, por lo que es recomendable llevar agua y algo para comer.

El Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel es uno de los enclaves de mayor diversidad biológica de España. Se trata de un Espacio Natural Protegido conformado por el estuario que forma el río Asón y las marismas de Victoria y Joyel. El conjunto constituye la principal zona húmeda de la cornisa cantábrica. Tiene más de 6.500 hectáreas y abarca municipios como Ampuero, Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Laredo, Noja y Santoña. La primavera y el otoño son dos de las épocas de paso migratorio de aves y observar las especies marinas. La mejor manera de ver las marismas es siguiendo el recorrido establecido, que discurre sobre los diques de la Marisma de Solija, al norte del casco urbano de Santoña, y continúa por un camino paralelo a la carretera C-629, que une las poblaciones de Santoña y Berria. Esta ruta de 2.300 m, con seis paradas provistas de paneles explicativos, se puede realizar en 2 horas.

El pueblo de Comillas es uno de los lugares más bonitos y turísticos de Cantabria gracias al importante patrimonio cultural, histórico y natural con el que cuenta. Uno de los edificios más bellos que podemos encontrar es El Capricho de Gaudí, que se ha convertido en uno de los principales símbolos de la localidad. Diseñado por el arquitecto catalán y construido entre 1.883 y 1.885 por D. Cristóbal Cascante Colón, fue un encargo de D. Máximo Díaz, concuñado del primer Marqués de Comillas, para fijar su residencia de verano. En el año 1888 se erigió el Palacio de Sobrellano, creado por el arquitecto Joan Martorell, con el fin de ser la residencia de los Marqueses de Comillas. Otros edificios modernistas son la Fuente de Tres Caños y la Coteruca. También es recomendable visitar el Paseo Marítimo, el puerto y las playas, donde disfrutar del mar y de la deliciosa gastronomía de la zona.

El Parque Nacional de las Islas Atlánticas comprende las islas Cíes, las islas de Ons, Cortegada y Sálvora, todas ellas en las Rías Baixas. Desde el punto de vista ecológico, el parque tiene gran importancia, ya que alberga a numerosas especies de aves marinas, algas y vegetales terrestres. Tortugas, focas, delfines y en ocasiones ballenas son inquilinos habituales del parque. Además, la isla de Cortegada acoge el mayor bosque de laurel de toda Europa y el archipiélago de Sálvora, el de menor extensión, cuenta con el mayor número de islotes.

Ribeira Sacra | Fuente: Canva

La Ribeira Sacra es uno de los secretos mejor guardados de Galicia. Combina cultura, naturaleza, historia, arte y, por supuesto, vino. Muchas de las poblaciones que la componen han sido declaradas Conjunto Histórico-Artístico, otras son puntos de referencia del Camino de Santiago y el resto cuenta con una importante actividad cultural. El arte también envuelve la zona con un gran número de iglesias románicas y monasterios. Es imprescindible recorrer en catamarán los impresionantes Cañones del Sil y del Miño para descubrir parajes imponentes con hermosos monasterios que, durante siglos, alejados del mundanal ruido y al amparo del clima benigno de estas tierras, dedicaron su tiempo y su sabiduría a estudiar los secretos de la vid. Las cumbres del Courel o el abedular de Montederramo son otros ejemplos de paisajes imprescindibles.

La Playa de las Catedrales, en Ribadeo, es un espacio protegido por su abundancia animal y vegetal y ha sido calificada como Monumento Natural por la Xunta de Galicia. Aunque su nombre real es Playa de Aguas Santas, se la conoce como Playa de las Catedrales por la forma de los acantilados que bordean la playa. Esto es así por la acción erosiva del agua salada, el viento y el tiempo, que han tallado arcos, cuevas, lagos y pasadizos que recuerdan a los arbotantes de una catedral. Sus senderos están señalizados y permiten recorrer su terreno desde la parte alta de la rasa. Durante la bajamar también se puede acceder a la playa a través de una escalinata, y pasear entre las rocas. Durante la Semana Santa y los meses de julio y agosto está limitado el número de visitantes al arenal. Hay que hacer una reserva de forma gratuita aquí con un máximo de 45 días de antelación.

El Parque de la Torre de Hércules es un auténtico museo al aire libre de 47 hectáreas. Recibe su nombre de la Torre de Hércules, el faro más antiguo del mundo aún en funcionamiento y el único inscrito en la lista Patrimonio de la Humanidad. Por su situación estratégica, se construyó para guiar a los barcos que volvían de las islas británicas en busca de estaño, cobre y hierro. En la actualidad, el acceso a la Torre permite apreciar las vistas de A Coruña desde su mirador. Las esculturas del parque se distribuyen en el espacio verde que rodea la torre en un juego de perspectivas muy sugerente.

Parque Natural Sierra de la Cebollera y Villoslada de Cameros | Fuente: Canva

El Parque Natural de la Sierra de Cebollera es un enclave geológico privilegiado dentro del Sistema Ibérico, en el que predominan extensos bosques naturales de pino silvestre, haya y roble rebollo. Su fauna es muy diversa, ya que está ligada a los hábitats de bosques y de la alta montaña. Destacan la perdiz pardilla ibérica y las aves rapaces, así como los corzos, los ciervos y los jabalíes. En los ríos de este paraíso natural, con un poco de suerte se puede avistar alguna que otra nutria, así como truchas, el pequeño desmán ibérico y el visón europeo. Cuenta con un Centro de Interpretación en Villoslada de Cameros, cuyo interior alberga una exposición permanente sobre las principales características que hacen de este Parque un lugar único. Además, se encarga de ofrecer información sobre los recursos y las actividades programadas dentro del Parque, así como de las rutas y senderos para recorrerlo.

Ezcaray cuenta con el prestigioso nombramiento de Primera Villa Turística de La Rioja y cuenta con sobradas razones para ello. Su casco antiguo conserva en perfectas condiciones la arquitectural tradicional, creando un paisaje que parece salido de un cuento. Además, en esta localidad se organizan varios festivales de música, jornadas micológicas y fiestas de tradición medieval entre otros muchos eventos. Se encuentra en el extremo occidental de la Sierra de la Demanda, en el curso alto del río Oja. El pico más alto de la zona es el de San Lorenzo, donde se ubica la Estación de Esquí de Valdezcaray, a 14 km de Ezcaray.

El Valle de Baztan, con una superficie de 364 km, es conocido como la Suiza navarra y ofrece infinitas posibilidades: Monumentos megalíticos, cuevas, frondosos bosques, extensos hayedos, enrevesados barrancos, magníficos paisajes, palacios, senderos sencillos y curiosas leyendas. El Valle de Baztan fue tierra de hidalgos, indianos, peregrinos, brujas y contrabandistas, que dejaron sus huellas en los lugares que habitaron. Hoy pueden seguirse sus pasos a través de las diversas rutas disponibles, como la del Camino de Santiago del Baztan, la Ruta de las Brujas o el Sendero de los contrabandistas.

Selva de Irati | Fuente: Canva

En el Pirineo Navarro, en una cuenca rodeada de montañas en los valles de Azkoa y Salazar, se encuentra la Selva de Irati, el segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa. Es, por tanto, un lugar de gran valor ecológico en el que conviven tres zonas protegidas: la Reserva Natural de Mendilatz, la Reserva Natural de Tristuibartea y la Reserva Integral de Lizardoia. Este bosque es un auténtico refugio y casa para muchísimos animales, de hecho, es posible llegar a ver zorros, jabalís, martas, petirrojos, corzos, truchas o pintones. Dispone de una red de senderos señalizados de distintos niveles de dificultad y extensión que permitirán conocer los rincones más hermosos de este bosque tan particular. Hay muchas formas de recorrerla, a pie, en bicicleta, con raquetas de nieve e incluso con esquís.

La Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en Vizcaya, está considerada como el humedal más importante del País Vasco. Es un espacio natural extraordinariamente bello y variado cuyo corazón es el río Oka, que nace en el monte Oiz y se transforma en ría al llegar a Mundaka creando unas espectaculares marismas llenas de vida. El águila pescadora, la espátula o el avetoro son aves muy difíciles de avistar y que se pueden ver aquí. En el moderno Urdaibai Bird Center proporcionan toda la información que se necesita. Además, Urdaibai tiene algunas de las playas más bellas y apreciadas de Euskadi: la de Laida, que varía constantemente de forma y tamaño, o la espectacular playa de Laga, situada bajo el imponente Peñón de Ogoño. La enigmática isla de Izaro o el cabo de Matxitxako, así como San Juan de Gaztelugatxe son otros de sus grandes atractivos. Los preciosos pueblos pesqueros de Bermeo, Elantxobe y Mundaka son parada obligada, y más hacia el interior, Urdaibai también esconde grandes tesoros, como las Cuevas de Santimamiñe que albergan pinturas rupestres de incalculable valor.

Hondarribia, Irún y Hendaia son los pueblos que conforman la Bahía de Txingudi, situada en la desembocadura del río Bidasoa. Es un lugar único donde confluyen el océano, los montes y los ríos, que cuentan con un importantísimo patrimonio natural e histórico. Situado entre el mar y la montaña, se trata del lugar idóneo para realizar una excursión en familia por los montes cercanos, recorrer el camino que nos dibuja la bahía o practicar deportes náuticos. Una de las mejores vistas de la Bahía es la que ofrece el pueblo de Hondarribia, un municipio que ofrece al turista todo tipo de posibilidades de ocio y que, además, está muy bien cuidado gracias a los criterios de sostenibilidad y mantenimiento del medio ambiente. Su casco histórico, de calles empedradas, edificios singulares y casas coloridas, es de obligada visita.

Salinas de Añana | Fuente: Facebook oficial del Valle Salado de Añana

Las salinas de Añana, a 30 km de Vitoria-Gasteiz, son una de las fábricas de sal más antiguas del mundo, con más de 6.500 años de historia. El Valle Salado de Salinas de Añana es un soberbio paisaje cultural al aire libre, formado por más de 5000 plataformas sobre las que se vierte la muera (agua salada) para la obtención de sal por evaporación solar. Además de poder pasear por la historia y la sorprendente arquitectura de este insólito paisaje cultural, los visitantes pueden humedecer los pies y las manos en salmuera, y conocer de primera mano los rudimentos del oficio milenario de los salineros.