Educación en valores para toda una vida
La atención a la diversidad, la innovación pedagógica y el aprendizaje cooperativo son tan solo algunos de los pilares de este centro, que lleva más de veinte años atendiendo a estudiantes de todas las etapas escolares.
En el Colegio Balder la educación de los alumnos se entiende como algo que va mucho más allá de la transmisión de conocimientos. Por este motivo, el centro, situado en el municipio madrileño de las Rozas, articula su metodología en el desarrollo integral de los alumnos, tanto en el aspecto intelectual como en el emocional.
Innovación pedagógica y aprendizaje cooperativo
La escuela, que cuenta con más de veinte años de experiencia impartiendo enseñanza desde el primer ciclo de Infantil hasta Bachillerato, basa su sistema en el método Learning By Doing. Su objetivo es favorecer la autonomía de los estudiantes y la adquisición por su parte de las competencias necesarias para afrontar con éxito su futuro. Los niños aprenden a desenvolverse por sí mismos en un entorno agradable y estimulante que permite su crecimiento sin presión ni imposiciones.
Y es que además, está demostrado que los niños no pueden aprender sin estar en constante movimiento. Gracias a la apuesta del Centro Escolar Balder por la innovación y el aprendizaje cooperativo, sus alumnos se llevarán consigo la adquisición de las habilidades y los valores necesarios para ser personas buenas, solidarias y responsables el día de mañana.
Programa de Inteligencia Emocional
Uno de los puntos fuertes del colegio es su apuesta por la educación emocional. Desde el Departamento de Orientación y con el apoyo del resto de agentes educativos, se desarrollan programas específicos de Inteligencia Emocional, como las clases de Psicomotricidad vivenciada, las dinámicas incluidas en las tutorías, o los talleres de gestión emocional impartidos en horario lectivo.
En estas sesiones, los participantes no solo se enfrentan a las emociones propias de cada edad, sino que integran pautas y herramientas para manejarse ante momentos o cambios vitales importantes como la pérdida, el duelo y la separación. No podemos olvidar además, que en la actualidad, este acompañamiento emocional se hace quizá más necesario que nunca debido a la situación sanitaria provocada por el COVID y al panorama de incertidumbre al que los niños y jóvenes deben enfrentarse cada día.

Mediante estas dinámicas los alumnos adquieren los recursos necesarios para gestionar sus vínculos emocionales y vivir un desarrollo pleno a todos los niveles: afectivo, cognitivo y social. La filosofía del centro lo deja claro: “Educar la mente sin educar el corazón, no es educar”.
Atención a la diversidad
Otro de los ejes fundamentales de este proyecto educativo es la atención a la diversidad: cada niño es atendido de manera individual según sus necesidades educativas. La escuela cuenta con un programa específico dirigido a alumnos con Altas Capacidades. Siguiendo el sistema adaptado a cada etapa, se pone el foco en potenciar las habilidades de este grupo y en realizar las tareas de acompañamiento que favorezcan su evolución madurativa y que potencien sus habilidades.
El colegio Balder también destina recursos a atender a otros estudiantes con necesidades específicas, para los que cuentan con apoyos especializados. Además, sus instalaciones exteriores e interiores carecen de barreras arquitectónicas, ofreciendo un espacio adaptado a personas con movilidad reducida.
Inteligencias múltiples
Siguiendo con su carácter diferenciador, el sistema del centro se basa en la teoría pedagógica del desarrollo de las inteligencias múltiples de Gardner. Estas se aplican en el aula a través de rincones o ámbitos de aprendizaje, lo que favorece que cada alumno desarrolle al máximo sus talentos, además de una mejor integración y asimilación de las materias, pues son abordadas desde diferentes perspectivas y tipo de actividades.
Excelencia académica y competencias para el futuro
Todos estos factores dan como resultado un óptimo nivel académico, como muestran los resultados por encima de la media en las calificaciones oficiales de los alumnos. Nos encontramos ante un modelo educativo cuyo programa concede además prioridad a aquellas competencias útiles para la vida y el futuro. Los alumnos aprenden idiomas desde los primeros cursos y el colegio es centro examinador oficial de Cambridge, con un elevado porcentaje de aprobados.
Por otra parte, se fomentan activamente la adquisición de habilidades relacionadas con las nuevas tecnologías e Internet, impulsando la participación del alumnado en certámenes y jornadas (científicas, tecnológicas, literarias…) y en proyectos digitales propios.
También existe en Balder espacio para la creatividad y para el ejercicio físico. Tanto en horario lectivo como extraescolar, los alumnos pueden participar en multitud de actividades deportivas y artísticas. La oferta es muy amplia: pintura, cerámica, instrumentos musicales, teatro, ballet, fútbol, esgrima, e incluso prácticas relacionadas con el Yoga y la meditación que favorecen y amplifican su bienestar físico y emocional.

Oferta formativa: un colegio para toda la vida
Infantil: la aventura de aprender
Los más pequeños del colegio descubren el mundo a través de un entorno emocional adecuado a su ritmo y a su crecimiento. Las profesoras de esta etapa diseñan actividades adaptadas a la edad de cada grupo, y les acompañan a lo largo de toda la jornada, donde tampoco faltan divertidas sesiones de juego simbólico. El espacio se divide en “aulas- rincones” preparadas para que los alumnos trabajen las diferentes áreas.
Otro punto a tener en cuenta es la inmersión lingüística; desde el primer curso se fomenta la conversación en inglés con los pequeños, para que vayan adaptándolo a su vida diaria.
Cada día, las profesoras de Balder ilusionan y entusiasman a los niños con nuevos aprendizajes que amplían sus recursos e incentivan su autonomía y su capacidad de hacerse responsables. El saberse capaces les permite crecer como personas y confiar en sí mismos.
Primaria: Metodología activa y por rincones
En Primaria, los alumnos trabajan mediante la metodología de rincones, los cuales están vinculados con los diferentes tipos de inteligencias. En ellos, pueden desarrollar su creatividad en todas las formas de expresión: verbal, corporal, musical y artística.
Esta metodología no sólo permite que aprendan por sí mismos y por el intercambio con el profesor y compañeros a través de la investigación dirigida y materiales estimulantes. También fomenta su autoestima, su autonomía y sus sentimientos de solidaridad.
Dentro de la etapa se lleva a cabo un programa de acción tutorial coordinado por el Departamento de Orientación, en el cual se trabaja sobre la formación de valores, adaptando las actividades al desarrollo psicosocial de cada grupo.
Secundaria: preparación para el futuro
Gracias al bagaje de los cursos anteriores, los adolescentes y jóvenes que llegan a esta fase están sobradamente formados y son lo suficientemente maduros para desenvolverse en un mundo repleto de oportunidades. La metodología de trabajo parte del aula asignatura. Ello implica que cada aula está ambientada y posee todos los materiales y recursos necesarios para impartir cada materia. El nivel de exigencia académica es máximo, pero también el acompañamiento emocional. Todo con el objetivo de que, en esta intensa etapa que es la adolescencia, los alumnos vayan encontrando su camino y completando su desarrollo cognitivo y socioafectivo.
También los alumnos, guiados por sus profesores, ponen en marcha proyectos propios de gamificación e investigación y participan en actividades junto a otros centros escolares: Torneos de Debate, Concurso de Traductores o Certámenes literarios. Todo ello contribuye a darles una buena base práctica para su carrera profesional.
Un factor más a valorar es la posibilidad de cursar Bachillerato Artístico, una modalidad muy demandada y que permite a los estudiantes alcanzar un alto nivel en la expresión artística y amplificar horizontes en su futuro universitario y laboral.
Formar a niños no solo depende de la calidad del plan de estudios. Está demostrado que los niños que tienen una buena base emocional, trato cercano e interacción sana con su entorno y compañeros, gestionan mejor la frustración y alcanzan mejores resultados.
En el Colegio Balder los alumnos aprenden el valor del trabajo en equipo, a ser empáticos y a resolver los retos del día a día. No todos los niños son Einstein, también podemos encontrar a algún Picasso, alguna Clara Schumann, a Steve Jobs o a J. K. Rowling. En esta escuela se parte de la base de que todos somos extraordinarios en algo, solo se trata de encontrarlo, desarrollarlo y potenciarlo.
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